¿De Dónde Provino el Miedo?
El sitio de Internet del EWG (
Environmental Working Group) es una dispuesta fuente de tales preocu-paciones desinformantes. El EWG publicó un informe de su factura llamado
Profundo en la Piel (o Skin Deep)
[126] que calificaba a una variedad de ingredientes de cosméticos por su putativo peligro para la salud humana. La validez científica de su sistema de calificación es desconocida, y por ello no queda para nada claro que representa ninguna evaluación realista de riesgos de salud. Los reportes sobre la asociación entre los desodorantes/antitranspirantes y el cáncer de mama tendieron a ser más equilibrados que el reporte del EWG.
Los reporteros citaron de manera típica a dos estudios recientes. Uno, McGrath
[127]) examinaba la depilación y afeitado de las axilas y el uso de desodorantes de más de 400 víctimas de cáncer de mama y halló una correlación entre la frecuencia de ese hábito y la edad a la que se había diagnosticado el cáncer de mama. Un uso más intensivo se correlacionó con un desarrollo más temperan del cáncer. El autor sugería que esta correlación indicaba una conexión causal entre la depilación, uso de antitranspirante, y el cáncer de mama.
El otro estudio (Darbre et al.,) examinó ejemplos de tejidos de cáncer de mama y descubrió preservantes (parabens) en desodorantes y antitranspirantes, como también en otros productos cosméticos.
[128] Los autores concluyeron que la presencia de estas sustancias químicas suministraban apoyo para la hipótesis de que ellas habían causado el cáncer.
La Cobertura de los Medios
Algunos sitios de la Internet (por ej., breastcanceraction.com) parecen tomar como aceptado que las sustancias químicas en los desodorantes y antitranspirantes (especialmente aluminio y parabens) están causalmente asociadas al cáncer de mama. Otros son un poco más circunspectos, calificando a esa conexión como más especulativa, aunque apoyan la idea de que las sustancias químicas en los cosméticos deberían ser vistos como peligrosos cancerígenos.
[129] Los medios de prensa cubrieron extensamente el asutno, con reportes de Reuters usados en MSNBC,
[130] cobertura de NBc en Chicago, un reporte en el New Scientist
[131] en enero, y uno en el Milwaukee Journal Sentinel, Para crédito de ellos, en su mayor parte estos medios proveyeron un a visión bastante balanceada del tema. Describieron tanto a la reciente publicación que había sido el origen de la noticia
[132] y otros reportes que contradecían a estos hallazgos.
[133] El informe del New Scientist, por ejemplo, hacía notar que este estudio
“proveía la primera evidencia de tal asociación que aparecía en una revista con peer-review, pero que está lejos de ser concluyente.”
Las Conclusiones
Hubo fallas en los estudios originales que minaron la fuerza de sus conclusiones. Primero, el estudio de las víctimas de cáncer de mama
no tenía grupo de control: no había manera de saber si mujeres de edad similar, grupos étnicos, o estilos de vida que no habían desarrollado cáncer de mama tenía los mismos o diferentes estilos de higiene. Si ellos eran los mismos, eso no apoyaría la asociación entre tales hábitos y el cáncer de mama. Además, un anterior estudio epidemiológico que había incluido a 813 mujeres con, y a 793 mujeres sin cáncer de mama, no había descubierto esa asociación.
[134] Este es un más poderoso diseño experimental que permite a los investigadores determinar si los hábitos o las sustancias bajo escrutinio podrían explicar por qué un grupo de mujeres desarrolló cáncer de mama mientras que un grupo similar no lo hizo.
El estudio que había descubierto parabens en el tejido de tumores de mama era también defectuoso al no haber examinado otros tejidos del cuerpo, tejido sanos de mama de los pacientes, o tejidos de mujeres sin cáncer de mama para descubrir la presencia de estos compuestos. Además, como se notó en el análisis del Nacional Cancer Institute, este estudio no mostró que la fuente de los parabens hallados en los tejidos de mama fueran ciertamente desodorantes o antitranspirantes.
Los medios de prensa que cubrieron esta historia, como se ha notado más arriba, eran usualmente responsables por la indicación de la naturaleza preliminar de la evidencia, y típicamente suministraron información o citaron a otros investigadores que estaban en desacuerdo con la conclusión de que los desodorantes causaban el cáncer de pulmón. Pero, uno se podría preguntar, dada la naturaleza no concluyente de los estudios que elevaban el fantasma de tal asociación, ¿por qué fueron cubiertos, en primer lugar? Seguramente titulares como
“Estudio: Desodorantes Asociados con Cáncer de Mama?” o
“Desodorantes, depilación, pueden causar cáncer de mama,” dan la impresión de que hay una sólida razón para creer que estas especulaciones son significativas. El público estaría mejor servido si los medios diesen menos espacio a los estudios que fueron pobremente diseñados o demasiado pequeños para ser significativos por sí mismos.
Referencias
125. American Cancer Society. "Hechos del Cáncer & cifras 2004.
126. http://www.ewg.org/reports/skindeep/
127. McGrath KG. "Una edad más temprana del diagnóstico del cáncer de mama relacionado con el uso más frecuente de desodorantrs/antitranspiraners y depilación de axilas," European J Cancer Prev 2003:12(6):479.
128. Darbre PD, Aljarrah A, Miller WR, et al. Concentraciones de parabens en cánceres de mama humanos. J Applied Toxicol. 2004;24:5-13.
129. http://www.organicconsumers.org/bodycare/breastcancer090604.cfm
130. http://msnbc.msn.com/id/3937362/
131. http://newscientist.com/news/pring.jsp?id=ns99994587
132. McGrath KG. "Una edad más temprana del diagnóstico del cáncer de mama relacionado con el uso más frecuente de desodorantrs/antitranspiraners y depilación de axilas," European J Cancer Prev 2003:12(6):479.
133. Mirick DK, Davis S, Thomas DB. "Uso de antitranspirantes y riesgo de cáncer de mama," JNCI2002;94(20):1578.
134. Mirick DK, Davis S, Thomas DB. "Uso de antitranspirantes y riesgo de cáncer de mama," JNCI2002;94(20):1578.
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